ubicada a 148 km. de Managua
Bienvenido a SAN NICOLAS.

El encanto del Municipio de San Nicolás de Oriente
ubicado a 150 kilómetros de Managua, 22 de Estelí y aproximadamente 80 kilómetros de León, casco urbano, población aprox.1000 habs.120 casas ubicadas a un costado del estadio de béisbol
Orlando Valenzuela, La Prensa Marzo, 12, 2001
Disfrute del agradable clima fresco de San Nicolás, Repasemos las leyendas segovianas junto al fogón ..disfruta de una taza del buen café segoviano.
San Nicolás de Oriente es uno de los poblados más altos de Nicaragua, ya que está asentado a unos 900 metros de altura sobre el nivel del mar, entre las estribaciones de las montañas de Estelí.
* Enclavado en las montañas segovianas se encuentra el pueblecito de San Nicolás de Oriente, que espera a sus visitantes con el pan de don Luis y doña Ángela, las artesanías de doña Carlota y el afecto de todos su pobladores.
Antes del triunfo de la revolución sandinista pertenecía al departamento de León , a partir de 1979 solicitaron pasar a ser parte de Estelí porque las relaciones comerciales son más fáciles con esta ciudad norteña y por la poca distancia.
Por los efectos del huracán Mitch y la prolongada sequía que le siguió y que ha afectado todos los cultivos, San Nicolás actualmente está padeciendo una severa crisis económica, la cual se acentúa con la negativa de las instituciones financieras; sin embargo, la gente se las ingenia para sembrar con sus propios recursos un poco de frijoles, maíz y millón, que son los principales productos de su economía.
Para recorrer el pueblo sólo bastan pocos minutos, pues la parte más larga apenas mide unas seis cuadras. Sin embargo, a pesar de ser una de las cabeceras municipales más pequeñas del país, cuenta con los servicios básicos para su población, como es su estación de Policía, teléfonos, juzgados, iglesias de diferentes credos, centro de salud y una regular ruta de transporte con dos buses que comunican con Estelí en horario que empieza a las 7:30 de la mañana y termina a las 6:00 de la tarde.
En lo que todavía hace falta progreso es en la educación, ya que según algunos pobladores, existe déficit de maestros, lo que obliga a estos a dar clases a grupos numerosos de estudiantes de diversos grados a la vez, en lo que se denomina multigrados, sólo por no autorizar más educadores.
San Nicolás es un típico pueblo norteño, donde todavía es común ver pasar en medio de la única calle adoquinada, campistos arreando una vaca brava o jinetes montados en briosos caballos parados en las pulperías o tiendas para comprar algunos productos para su familia o su finca.
Un dúo con poder
de alabanza
Hasta hace unos seis años, los famosos “Tigres del Norte” tenían un fuerte rival en San Nicolás de Oriente, donde se había formado un grupo musical que amenizaba todas las actividades festivas al ritmo de las quebraditas, sobaqueadas y levanta polvo que tanto gustan a los jóvenes y adultos de esta comunidad.
Era un grupo de cinco músicos que cantaban y tocaban guitarras, acordeones, trompetas y bandoleones, con los que hicieron muchas presentaciones dentro y fuera del municipio, durante las cuales los integrantes no sólo divertían al público con sus canciones, sino que también participaban de la pachanga, a como lo dice Elías Orozco Larios, ex integrante de aquel grupo: “antes tocábamos por dinero y donde íbamos había licor y habían muchas chavalas...”
Sin embargo, eso ya es parte del pasado para Elías, quien ahora sigue cantando y tocando pero desde otra perspectiva, ya que desde hace dos años que se integró a la religión evangélica, forma parte del dúo “El poder de la alabanza”, junto al pastor Lino Andrés Maradiaga.
Elías aprendió a tocar la guitarra “de oído”, ya que para él la música es como una herencia de familia. “Casi todos los Orozco tocan guitarra”, advierte. Por eso no es raro que desde los diez años haya empezado a dar sus acordes a la guitarra y la bigüela, hasta llegar a dominar instrumentos como el bandoleón, el bajo, el acordeón y otros.
Pero fue hasta que compró un piano electrónico que surgió la idea de formar el dúo, para lo cual contó con la ayuda de su pastor, quien le enseñó los primeros pasos del uso de este instrumento musical, con el cual ahora ameniza eventos, convenciones y demás festividades de su iglesia “Getsemaní”, de las Asambleas de Dios, en su natal San Nicolás y filiales de otros departamentos.
El dúo se ha presentado en Israel, Departamento de Chinandega, Villa Nueva, Estelí, Matagalpa y otros lugares. Las canciones que ellos tocan son basadas en temas de la Biblia pero de su propia inspiración: “La música que tocamos edifica a la gente, tratamos de evangelizar con el mensaje de la palabra de Dios. Nosotros nos presentamos cuando nos invitan, no tenemos precio estipulado, solamente que paguen el transporte, la comida y alguna ‘ofrenda’ que nos quieran dar”. Los cantos y ritmos que este dúo ejecuta varían desde el tex-mex, cumbias y baladas hasta salsas, en los cuales a veces participa como solista su hija de cinco años, Irisa Selena.
Su sueño es grabar un CD con ocho temas originales. ¿Alguien quiere apoyarlos?
La Danza Folclórica de San Nicolás Son veinte niñas de tercero a sexto grado de la Escuela Flor de Sacuanjoche, en edades de seis a doce años las que forman el grupo de Danza Folklórica de San Nicolás, el que funciona gracias a doña María Santana Rocha, presidenta de la Asociación Campesina Juan XXIII, quien de su propio trabajo de costurera ha recogido dinero para hacerles los trajes a las niñas y para pagarle al maestro de danza que llega todos los domingos a darles clases en la Casa de la Mujer.
Además de trabajar como costurera, doña María Santana también hace comida para vender y mantener al grupo; sin embargo, sólo ha podido hacerle el traje a once de las niñas. “Es que la tela es muy cara”, dice con pesar doña María, que confesó que para hacer esos trajes sacó fiada la tela en una tienda y la fue pagando poco a poco.
Desde que empezaron a recibir clases, hace tres meses, las niñas han despertado el interés de la población con sus primeras presentaciones en actos culturales, donde no se han hecho esperar las famosas polkas segovianas y los zapateados al son de marimbas.
Al principio el grupo era mixto, pero los varones se retiraron y sólo quedaron las mujercitas, quienes se preparan para su primera presentación artística fuera del municipio, en Palacagüina. El entusiasmo de las niñas es grande, como grande es la preocupación de doña María Santana, que tiene que buscar de dónde sacar más dinero para completar los trajes del grupo, ya que hasta el momento no ha recibido ninguna ayuda de las autoridades municipales.
“Este es un pequeño esfuerzo para el rescate de la cultura de San Nicolás, que lamentablemente no recibe el apoyo que merece, pero aún así, voy a seguir apoyando a las niñas hasta que el grupo dé mejores resultados y las autoridades lo tomen en cuenta”, dijo convencida doña María Santana.
En un pueblito hay varias cosas que son infaltables: la iglesia, el parque, la escuelita, el molino y... la panadería.
Nunca es difícil encontrar una dirección en un lugar donde todo mundo se conoce y como siempre, encontrar una panadería es como buscar el norte con una brújula. En San Nicolás, la dirección más fácil es la de la panadería, ya que todo mundo sabe dónde queda y el que no la conoce se guía por el delicioso olor a pan caliente que todas las tardes inunda la calle donde está ubicada. Si no, sólo basta buscar el frente del estadio de béisbol, que por cierto ocupa casi la mitad del poblado.
Luis Manuel Ríos Paz y Ángela Larios Orozco tienen cinco años de compartir el humo de la leña y el delicioso aroma del pan recién salido del horno. Luis Manuel llegó de Managua, donde aprendió todos los secretos de la harina fermentada cuando trabajó en la Panadería Plaza España y Palitroque. En cambio doña Ángela aprendió en una cooperativa de panaderas que existió en el pueblo hace varios años.
La jornada para este matrimonio de panaderos y sus cuatro trabajadores empieza a las siete de la mañana con la limpieza de los sartenes y la preparación de la masa en forma artesanal.
Una vez elaboradas las piezas de pan y ya bien fermentada la masa, se enciende el horno de leña y a eso de las tres de la tarde se meten los sartenes y en pocos minutos van saliendo las bandejas con la hornada humeante, la cual se deja enfriar para empacarla por la noche y dejarlo listo para su venta en las primeras horas de la mañana.
Don Luis dice que ellos hacen el tipo de pan que más demanda la gente, como el punto rojo, picos, empanadas tipo leonesas, rosquillas, rosquetes, pan de molde, polvorón, biscotelas, galletas de diferentes sabores y torta “apudinada” con merengue encima.
Además, hacen bocadillos para ocasiones especiales y pizzas de pollo, queso, jamón, carne molida y pedidos de toda clase. Así que cuando vaya de visita a San Nicolás, no olvide probar el típico pan segoviano que hacen frente al estadio.
Una casa para las mujeres
La sequía que por varios años ha afectado a los pequeños productores de San Nicolás sumado a la falta de financiamiento de parte de los bancos privados e instituciones del Estado, han acentuado la pobreza en este municipio de Estelí, a tal grado que muchos jóvenes y adultos han emigrado a Costa Rica o se han ido a Matagalpa y Jinotega en busca de trabajo en los cortes de café.
Pero los habitantes de San Nicolás no están completamente solos, ya que desde hace varios años existe la Asociación Campesina Juan XXIII, que atiende a más de 700 personas a través de diferentes proyectos sociales, entre los que se encuentran capacitación, financiamiento, construcción de viviendas y otros.
Doña María Santana Rocha, presidenta de la Asociación, explicó que mucha gente se ha beneficiado trabajando con su organismo, como las 98 señoras que han salido preparadas como costureras del taller de corte y confección instalado en la Casa de la Mujer. Indicó también que en el mismo local funciona un comedor popular donde además de vender comida para autofinanciamiento de la casa, en la próxima semana se empezará a dar el almuerzo a una gran cantidad de estudiantes de las comunidades que estudian en el casco urbano y tienen que caminar largas distancias, algunos de los cuales probablemente llegan sin desayunar.
En el taller de costura, además de elaborar toda clase de vestidos de mujer y trajes de varones, muchas socias han recibido cursos para confeccionar muñecos, almohadas y otras manualidades, que ahora les están sirviendo como una fuente de trabajo.

La artesana de Sirena Arriba
En la comunidad Sirena Arriba, ubicada a casi 1,500 metros de altura, vive con su esposo, en su finca “El Apante”, doña Carlota Torres Avilés. Desde su casa, ella divisa San Nicolás, distante unos tres kilómetros al este.
La vida de doña Carlota, quien tuvo diez hijos, cinco varones y cinco mujeres, transcurría monótona y sin grandes sobresaltos en su casa y así seguiría de no ser que un día, estando solita, como en muchas ocasiones y cansada de aburrimiento, buscó hacer algo que la distrajera y así tomó un poquito de barro y empezó con sus propias manos a formar la cara de una muñeca. El hastío era tanto, que siguió trabajando hasta que terminó el cuerpo entero y... ¡sorpresa!, cuando algunas personas vieron la muñequita se la compraron y la animaron a que siguiera haciéndolas. Después doña Carlota hizo otras figuritas que también gustaron, como la Virgen de la Purísima Concepción, que aún se conserva intacta en la iglesia de San Nicolás.
Eso fue hace más de 20 años y desde entonces ella ha tomado este arte como un oficio del que ahora depende. Aún con sus 62 años, doña Carlota tiene que caminar largas distancias y cruzar unos azarosos potreros para llenar un costalito de barro negro, el que traslada a “tuto” para hacer sus figuritas.
Aunque ella misma subvalora su trabajo cuando dice que “es muy rústico, porque sólo amaso el barro, hago las figuritas y lo quemo”, lo cierto es que en todo San Nicolás es la única artesana que además de hacer los tradicionales comales, ollas y tinajas, también hace figuritas de los animalitos que abundan en el campo, como bueyes, caballos, toritos, vaquitas, chileras, floreros, retablos y todo lo que se le viene a la imaginación.
Nunca ha presentado sus trabajos en ninguna feria ni exposición, pero la sencillez y esmero en los detalles de sus obras le han ganado aprecio de parte de las personas que viajan hasta su casa a hacerle algún encargo.
Actualmente se encuentra en casa de su papá, don Pablo Torres de 100 años, cuidándolo porque está enfermo, donde aún guarda como un recuerdo muy preciado, el cuadro que le regaló a su mamá cuando empezaba a hacer este tipo de artesanía, que nació en medio del aburrimiento y que ahora es su único medio de subsistencia.
La Tribuna 18/05/00
Centros de Salud desabastecidos
Alcaldes del Norte demandan medicamentos
Los Centros de Salud de algunos municipios del Norte del país se encuentran desabastecidos lo que obstaculiza la atención médica de los campesinos que habitan estas regiones. Los ediles de estas comunidades esperan que el Ministerio de Salud resuelva el problema
NOVIS ROSALES
SAN NICOLáS, ESTELí
Los centros de Salud de los municipios de San Juan de Limay, San Nicolás, San Lucas y Río Blanco, se encuentran desabastecidos, por lo que la población más pobre no sabe qué hacer cuando asiste al centro en busca de asistencia médica.
Según los alcaldes consultados por La Tribuna, el problema del desabestecimiento ya tiene más de tres meses. Desde entonces, aseguraron, la población se ha venido quejando que en las farmacias de los centros de Salud no existe medicamento para el sector campesino que son los que más demandan fármacos.
Néstor Jarquín Pino, alcalde del Municipio de San Juan de Limay, dijo que actualmente se está construyendo un hospital con camas, con capacidad para albergar a unos 25 pacientes y atender todas las especialidades como: Medicina general, Pediatría, Ortopedia y Ginecología, así como Cirugía menor.
“Lo que me preocupa es que si actualmente no hay medicina en el pequeño centro de salud, mucho menos habrá cuando esté construido el hospitalito, no sabemos qué se hace el medicamento que supuestamente envían a San Juan de Limay, ya que a la población no les dan una sola pastilla”, indicó el edil Jarquín.
Por su parte, José Antonio Mendoza, alcalde de San Nicolás, en el departamento de Estelí, dijo que se había suspendido la construcción de dos centros de salud en ese municipio porque sino hay medicamento para el actual puesto de salud, mucho menos que haya para los dos nuevos.
El edil Mendoza, aseguró que la decisión de suspender las construcciones de los puestos de salud en las comunidades de Edinjaljapa y Las Tijeras, es porque si no hay medicamentos para qué construir un local donde nadie asistirá.
El alcalde Mendoza desconoce las razones del desabastecimiento de medicamento por parte del Ministerio de Salud, ya que San Nicolás tiene mucha demanda de medicamento debido a la proliferación de muchas enfermedades diarreicas y respiratorias.
Los alcaldes del Norte del país estamos preocupados por el descuido que tiene el MINSA de los puestos de salud en los municipios más pobres donde la población no tiene dinero para comprar sus medicamentos.
En Río Blanco la situación es más grave aun, ya que ahí los pacientes tienen que llevar su balde de agua para usar los servicios higiénicos y para extraerse una muela.
Los pacientes que llegan al centro de salud de Río Blanco sus familiares tienen que llevar dinero para comprar su medicamento porque la farmacia está casi vacía, ya que hace varios meses que al municipio no llega ni el 20 por ciento de la medicina.
Ernesto José Rugama, fue llevado al centro de salud mordido de una serpiente y una enfermera le dijo a sus familiares de que ni bajaran al paciente, ya que en el centro de salud no tenían medicamento y que mejor lo llevaran directo a Boaco o Matagalpa para que fuera atendido.
“Son muchas las familias que mejor dejan morir a sus pacientes en sus casas y no llevarlos a los centros de salud porque ahí no hay medicamento ni dinero para comprarlas, en las montañas de Río Blanco y Siuna, son decenas de personas que han muerto por falta de atención médica adecuada".
