![]() |
|||||||||||||||||||
En pasada visita realizada a la familia Urrutia en la comunidad de El Limón, Estelí, encuentro a Don Felipe, arrimado a las tablas que dan al corredor de su casa, luce un sombrero tradicional de paja, hecho en Santacruz, extrae un cigarrillo del paquete que lleva en su bolsa de la camisa blanca, lo enciende, exhalando humo y se inicia el diálogo en torno a inquietudes sobre su vida y su relación con la música tradicional norteña, sus iniciaciones, formaciones, recopilaciones, origen de las piezas musicales o canciones, proyecciones del grupo y la difusión musical.
Don Felipe Urrutia Delgadillo nació en la comunidad de la Tunosa el 5 de febrero de 1918, hijo de Modesta Delgadillo Talavera nativa de la Tunosa de oficio doméstica y de Daniel Urrutia Ferrufino, agricultor y comerciante con mulas, originario de Santa Rosa del Peñón, León. Don Felipe fue el menor de cuatro hermanos, de éstos solo su hermana Petrona y él sobreviven. Desde temprana edad de ocho años y de edad escolar sin escuela, trabajó ayudando en las labores agrícolas a su padre, posteriormente trabaja de jornalero en los huertos de los acaudalados productores de la zona, que le pagaban un real dólar por arriar bueyes o arrancar frijoles y después le subieron el sueldo a dos reales dólar. Ya adulto, mal vestido y descalzo se enroló como conductor de carretas de bueyes, trabajando para los productores Bernardino Benavides y Guillermo García desde 1935 hasta 1945.También laboró en la construcción de la carretera a El Sauce en 1936. Después trabajó arriando ganado ajeno desde Estelí a El Sauce, de León a Estelí a Matagalpa, a Managua y a Rivas, pisó las carreteras de tierra de ese entonces, levantó con sus caites polvo fino, vio auroras y atardeceres. Observó el sol en lontananza reverberiando en el corazón de la montaña nicaragüense. En 1945 al inicio de la construcción de la Carretera Panamericana labora en la pedrera La Joya para producir material para esta carretera y en la construcción del puente La Sirena, posteriormente se convierte en peón en la finca El Higo de Hilario Valenzuela. Don Felipe y la música tradicional Se inicia en la música en medio del albor del trabajo, desde que tenía doce años en las comunidades de El Bolsón y El Rodeo Grande. En grupo de amigos coterráneos como Juan Rayo y Efraín Valdivia comienza un período de serenatas interpretando canciones románticas de la época. En aquellos días se tenía que solicitar un permiso de la Policía para efectuar las serenatas. Para 1945 se acompaña con Juana Arauz Gutiérrez con quien procrea ocho hijos de los cuales sobreviven: Francisco, Luis Felipe, Pedro Antonio, Leopoldo, Maura y María Josefina. En 1959 muere su madre. Afectado por la pérdida deja la música por un tiempo, comienza la llegada de la radio, la roconola, casi nadie tomaba la guitarra y se dedicó a la crianza de sus hijos. Es el doctor Ulises González y los hermanos Floripe que lo motivan a retomar la guitarra y continuar con la música, con una guitarra prestada por Ulises se inclina por recordar las piezas tradicionales que había oído por los caminos de Nicaragua y de su prodigiosa memoria comienzan a desgranarse las melodías que lo acompañan hasta hoy. Por medio de sus recopilaciones conoce a Carlos Mejía Godoy y a los coreógrafos Irene López y Alejandro Cuadra, todos se interesan por rescatar la música instrumental del norte de Nicaragua. Don Felipe va acoplándose con sus hijos, las prácticas las realizaban en casa del Dr. Ulises González. En una de las visitas a Estelí Carlos Mejía Godoy lo bautiza espontáneamente Don Felipe y sus cachorros, hace unas tres décadas. Dice Don Felipe – mis recopilaciones fueron apreciadas por Alejandro, por Carlos y por Irene y así se fue propagando esta música. Yo no soy músico, soy meramente intérprete del folklore nacional o regional. Mi música es sencilla y humilde, yo toco lo que oí a otros, valses, mazurcas, zapateados y polkas, aunque yo he compuesto algunas piezas, son más doscientas que tengo en la memoria. ¿Usted quiere saber cuáles son las piezas que más tocamos? Pues son las siguientes y quiero decirle que todas tiene su historia, empezamos por el vals Arranca cerco, es un vals sobaqueado, otra pieza es la Corriente eléctrica, lo oí en Matagalpa a un telegrafista, le decían el negro Trino la ejecutaba en mandolina y guitarra. Otras son El Bolsón, es un vals, la tocaba en violín Mercedes Gámez, El Compadre Macedonio es otro vals se lo oí a mi compadre Macedonio Acuña en guitarra, El grito del Bolo, lo escuché por primera vez a Leopoldo Romero que la tocaba en violín hace unos 70 años, después la tocaba mi sobrino Mercedes, quien a su vez se había aprendido a Daniel Ramírez, esta es una pieza que debe ser tocada con violín con otro instrumento pierde originalidad. El Quebrachal, este es un vals, se le llamó de esta manera porque la tocaba un hombre en la comunidad de El Quebracho por los años 1938-1940. El pintor, es otro Vals que lo nombre con el Dr. Ulises Gonzáles, que en ese entonces era mi compañero en la guitarra. El poder del amor, era un Vals que se tocaba con violín instrumentalmente, lo escuche por primera vez en 1928 en la comunidad de La Tunosa. El tío Lupe, es un Vals que lo tocaba el compositor y músico Guadalupe Rugama, quien ejecutaba violín, guitarra y trompeta, ahora hay una pieza que se llama Entrada a Honduras, a ritmo de Polka, viene desde cuando la guerra en Honduras durante la presidencia de Escalona en 1893 y el presidente Zelaya de Nicaragua apoyaba esta guerra, que envió tropas hasta la propia Honduras. Dame la orilla prima, es un Zapateado, lo tocaba instrumentalmente en acordeón Hilario Gámez, pero algunas chavalas al escucharla la interpretaban que decía de esta manera: dame la orilla prima y así se vino quedando. Gilibaldo Sosa, Vals lleva este nombre en honor a un guitarrista esteliano que tocaba esta pieza. El Chilamatillo, es una Mazurca, la inventaron en Estelí, era propaganda para le guaro Segovia en 1937, la tocaba Francisco Rodríguez conocido popularmente como Cinco Pinos, la tocaba con un violín de jiñocuao o de talalate y alegraba las fiestas. Chilo Negro, es un Corrido, una vez la estaban tocando con Efraín Valdivia y por una expresión graciosa de Cecilio Rodríguez Centeno le pusieron ese nombre. Otras piezas recopiladas también son, La José Valle, así se nombró por que la tocaba este señor de Nacascolo, La Café amargo, le puse así porque en la guerra de Septiembre de 1978 quedamos sin azúcar, mientras escuchábamos los aviones, agarre la guitarra y le fui dando, le fui dando, ya no hallaba ni qué pensar con los aviones, la tristeza, la destrucción, por eso le puse ese nombre. La charramanduzca, es una Mazurca, la tocaba Dolores Benavides originario de la comunidad El Quebracho desde 1927-28, en la fiesta patronal de Santa Ana en la Comunidad de La Tunosa. La llorona, es también un Vals, esta pieza la oí en la comunidad de la Morroñosa, tocándola Luis Gutiérrez en la celebración de una atolera. La marcha de Zelaya, es una polka le llamaban La Marsellesa en 1893, un pariente la tocaba en órgano y de ahí la agarré yo. La Pedro Amador, es una Mazurca, esta pieza le gustaba mucho bailar a Pedro Amador, originario de la Comunidad de la Tunosa. La polka del Guaylo, como su nombre lo dice, la tocaban anteriormente el campesino violinista Daniel Ramírez, en la comunidad de El Guaylo, Condega. Otras piezas que llevan el nombre del que las ejecutaba son, La polka de Jacinto, la tocaban en acordeón Jacinto Hernández originario de la Comunidad de la Tunosa. La quebracheña, pieza que tocaba Dolores Benavides. La Regadileña, es una Mazurca que tocaba Anastacio Vallecillo en la Comunidad del Regadío en 1937-38. La Carlos Benavides es un Vals que yo se lo oí a este señor que llevaba este nombre. Lo mismo que La Tucuato Benavides, La Guadalupe Rugama, Pedro Beto y La Villana. La revienta caite, es una zapateado se trataba que al viejo Trinidad Vázquez se le reventó el caite cuando estaba bailando y arrastraba el caite y más largo se le hacía, esto fue en una fiesta durante las celebraciones de San José desde las 7 pm. Hasta las 2 am. En ese tiempo José Valle tocaba la pieza. La siesta, es un Vals, anteriormente había escuchado esta pieza, pero no me acordaba y una vez estaba dormido y soñé con Carlos Benavides, músico de la Tunosa, que estaba tocando esta pieza, me desperté, asombrado del sueño, chiflé la pieza, tomé la guitarra y comencé a tocarla, por eso le pusimos ese nombre.
El grupo musical Don Felipe Urrutia y sus Cachorros han sido apoyados por los Centros Populares de Cultura hoy APC, Asociación de Promotores de Cultura también fueron respaldados por la Asociación Sandinista de Trabajadores de la Cultura ASTC, integraron una brigada móvil de cultura que recorrió Zelaya Norte, así mismo el Movimiento de Expresión Campesina Artística y Teatral MECATE, la Asociación de Artistas Rafael Gastón Pérez y la Alcaldía Municipal de Estelí. En los años 80 el Ministerio de Cultura les asignó un salario a sus miembros y les invitaban a presentaciones en actividades artísticas y culturales, como festivales, conciertos y eventos a nivel nacional internacional, entre éstos se presentaron en : • El Teatro Nacional Rubén Darío, Managua. • XXI Festival de música, La Habana, Cuba. • Presentaciones en diferentes ciudades de Florida, New York, Masachusetts, Vermont, New Haven y Burlinton, en Estados Unidos. Han recibido reconocimientos y premios de parte de diferentes organismos e instituciones culturales como Centros Populares de Cultura, Asociación Sandinista de Trabajadores de la Cultura, Movimiento de Expresión Campesina Artística y Teatral MECATE. Entre los principales reconocimientos que ha recibido Don Felipe podemos enumerar los siguientes: • Homenaje a escala nacional para Don Felipe Urrutia y José Antonio Morales Lazo de parte de la Asociación de Artistas Rafael Gastón Pérez, otorgándoles medallas de oro en 1999. • Homenaje en San Marcos Carazo en el Festival de Marimba de parte de la APC en 2003. • Le entregan la Orden Centenario de Estelí por parte de la Alcaldía Municipal de Estelí en 1991. • Reconocimiento por el Instituto Nicaragüense de Cultura (INC) 2001. • Reconocimiento por la Escuela de Agricultura y Ganadería de Estelí EAGE. Don Felipe Urrutia es recopilador de la mayoría de sus interpretaciones y conforme la ley de los derechos de autor, él tiene derecho moral por 70 años en estas obras rescatadas, sin embargo grupos y artistas reconocidos han interpretado y grabado sus recopilaciones sin recibir ningún beneficio, ni siquiera el crédito como su auténtico recopilador. En el mes de Marzo del 2000, la empresa Nicarib Productions, edita en disco pentagrama de México, 12 temas en un disco compacto, donde incluyen las piezas: El grito del bolo, la Regadilleña, Placer de amor, Vals del tío Layo, La café amargo, La Tunoseña, Zapateado norteño, Vals arranca cerco, La corralita, El meneito, El matorral y Zapateado norteño número 2 con el cual Don Felipe y sus hijos no quedaron conforme por la escuálida selección. Hoy Don Felipe con sus 85 años cumplidos sigue abriendo surcos musicales, promoviendo con su ternura el folklore norteño de Estelí, el Instituto Nicaraguense de Cultura debiera de interesarse de apoyar esta labor cultural de Don Felipe y de esta forma salvar del olvido ese caudal de piezas musicales que alberga en su guitarra y en su memoria, proyectando con orgullo al país y al mundo nuestra riqueza folklórica musical. NOEL PEREZ URBINA
|
![]() |
|
|||
![]() |
ESTA PAGINA ESTA PARA TI. CONTRIBUYA.... CONTACTENOS AL 505 84244564 |
![]() |
![]() |
COPYRIGHT ALFREDO MOLINA -(WEBMASTER)- 505 84244564 |